Te escucho...
Bueno, bueno... no seré Luisa Delfino, pero le voy a prestar la oreja y el espacio a un NN que me mandó esto vía mail.
"Hola, soy lector de este y de otros weblogs desde hace tiempo y siempre tuve ganas de escribir algo para publicar, solo que no me parecía que tuviera nada interesante para decir hasta hoy. Y aun tengo dudas. Pero voy a hacer el intento. Ahí va.
Esta semana me pasó algo que quizás a ustedes les haya ocurrido ya alguna o varias muchas veces. Como no encontré un nombre o una explicación que me viniera redonda para contar lo que siento, la inventé. Se llama “Síndrome de la mañana después”.
¿De que se trata?..Bueno.. Vieron cuando alguna vez pasaron una MUY buena noche?...Cuando se sienten tan cómodos en una situación (romántica, amorosa, sexual, sensual, afectiva) que no quieren que se termine... Ojo, yo no hablo de que la noche dure eternamente, o que no venga el día, o que nos durmamos abrazados para siempre y todas esas giladas de Danielle Steel.
Mi síndrome se caracteriza por un profundo malestar por el simple hecho de que la noche que pasé con una persona terminó y que no sé bien cuando la voy a volver a ver.
Entonces sufro de abstinencia, me gustaría que esta persona se quede conmigo todo el tiempo, me acompañe y la acompañe para pasar todo el tiempo conociéndome y conociéndola.
¿No les pasó? Mi síndrome es universal, suele desatarse en el momento menos esperado, algunos incultos le dicen “infatuación”. Pobres diablos, no saben reconocer una oportunidad de tener algo serio, digno de un buen momento vivido.
Pero la realidad es mas fuerte, uno se despierta, se revuelve en la cama, siente el vació en las tripas y recuerda cuando a la madrugada abrió la puerta ante la inminente llegada del remís.
Y no tiene ganas de nada, casi, porque la incertidumbre afecta y duele. Ese Síndrome solo se da cuando el encuentro es lo suficientemente fuerte y lo suficientemente corto como para que el mal sabor de boca venga y como pasasen Los Simpson, ya nos comimos la menta.
(¿Se entendió?...Ah me olvidaba.. La cura para el Síndrome se las paso en otro momento con mas agallas y menos pánico escénico)".
"Hola, soy lector de este y de otros weblogs desde hace tiempo y siempre tuve ganas de escribir algo para publicar, solo que no me parecía que tuviera nada interesante para decir hasta hoy. Y aun tengo dudas. Pero voy a hacer el intento. Ahí va.
Esta semana me pasó algo que quizás a ustedes les haya ocurrido ya alguna o varias muchas veces. Como no encontré un nombre o una explicación que me viniera redonda para contar lo que siento, la inventé. Se llama “Síndrome de la mañana después”.
¿De que se trata?..Bueno.. Vieron cuando alguna vez pasaron una MUY buena noche?...Cuando se sienten tan cómodos en una situación (romántica, amorosa, sexual, sensual, afectiva) que no quieren que se termine... Ojo, yo no hablo de que la noche dure eternamente, o que no venga el día, o que nos durmamos abrazados para siempre y todas esas giladas de Danielle Steel.
Mi síndrome se caracteriza por un profundo malestar por el simple hecho de que la noche que pasé con una persona terminó y que no sé bien cuando la voy a volver a ver.
Entonces sufro de abstinencia, me gustaría que esta persona se quede conmigo todo el tiempo, me acompañe y la acompañe para pasar todo el tiempo conociéndome y conociéndola.
¿No les pasó? Mi síndrome es universal, suele desatarse en el momento menos esperado, algunos incultos le dicen “infatuación”. Pobres diablos, no saben reconocer una oportunidad de tener algo serio, digno de un buen momento vivido.
Pero la realidad es mas fuerte, uno se despierta, se revuelve en la cama, siente el vació en las tripas y recuerda cuando a la madrugada abrió la puerta ante la inminente llegada del remís.
Y no tiene ganas de nada, casi, porque la incertidumbre afecta y duele. Ese Síndrome solo se da cuando el encuentro es lo suficientemente fuerte y lo suficientemente corto como para que el mal sabor de boca venga y como pasasen Los Simpson, ya nos comimos la menta.
(¿Se entendió?...Ah me olvidaba.. La cura para el Síndrome se las paso en otro momento con mas agallas y menos pánico escénico)".
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