yo... la peor de todas

jueves, noviembre 03, 2005

Extraño ritual

Ayer vi una cosa re loca en una playa de Montevideo. Como el día estaba hermoso y era feriado por el día de los muertos, nos fuimos a tomar un poco de aire puro a la rambla. En la playa ya había gente tomando sol y los más osados bañándose. Me puse a leer un libro y de repente Diego me dice: "hay una mina con un saco negro que se está metiendo al agua vestida". Cuando miré, la mujer ya tenía el agua por la cintura. Siguió caminando río adentro hasta que el agua le llegó más o menos por los hombros. Desde mi posición sólo le veía la cabeza. El Río de la Plata estaba re calmo y no había ni media ola. Estuvo como 10 minutos así, como mirando el horizonte, y luego emprendió la reterida, pero ohhh sorpresa, caminando hacia atrás, de espaldas a la playa.
Cuando salió a la arena pudimos ver que tenía puesto no sólo un saco, sino también un pantalón negro y zapatillas. La gente que estaba tomando sol en la playa y los que estaban en el agua (chicos en su mayoría), no daban crédito de lo que veían. Me causaba gracia ver la cara de la gente que estaba lejos de la orilla jugando en el agua y de repente les pasaba por al lado la loca esta caminando como si nada, totalmente vestida y calzada, en medio del río.
Se sacó el saco y lo tiró en la arena, y empezo a caminar de nuevo río adentro, como si estuviera caminando por la calle, nuevamente se metió hasta el cuello y se quedó mirando la nada. Los comentarios de la gente que estaba sentada al lado mío en la rambla eran desopilantes: imaginen esta escena a las 3 de la tarde, con un sol radiante y con 30 grados de temperatura. Había un tipo con unos binoculares, que fingía mirar los barcos, pero que en realidad siempre apuntaba para la playa llena de chicas en bikini (yo hasta llegue a sospechar que era Garrobito , que había venido de incógnito por acá), que estaba entretenidísimo con el show de esta mina.
Bueno, luego de esta segunda entrada (ya sin el saco porque con el calor que hacía no daba), volvió a caminar de espaldas hasta llegar a la playa, ahí se sentó un rato y luego se paró para irse. Como justo también nosotros nos íbamos, no pudimos resistir la tentación de cruzarnos con ella para verla bien de cerca. Era una chica joven, totalmente vestida de negro (hasta medias de nylon negras tenía debajo del pantalones que llevaba doblados hasta las rodillas y chorreando agua, obvio).
En fin, una pena no haber llevado la cámara porque el espectáculo fue imperdible. Alguien conoce un ritual asi?