yo... la peor de todas

domingo, marzo 26, 2006

Amor de madre

Una de las cosas que más alegría me da de mi regreso a Baires, es la posibilidad de volver a estar con mis animales, fundamentalmente con mi perro Tenebroso, que es mi bebé.
Sé que en mi ausencia fue colmado de cariño y atenciones por mis padres, que le hablan como a un bebé y están pendendientes de todas sus necesidades, pero estar todos los días con él y comermelo a besos me hace muy feliz.
Como alguna vez les conté, él tiene su propia habitación con todas las comodidades, y sólo sale un par de veces por día al jardín a hacer un poco de ejercicio (para mantener perfecto su musculoso cuerpo) y para hacer alguna travesura, obvio. Por lo demás se la pasa todo el día durmiendo o mirando por la ventana (que es muy bajita y está a su altura) los perros que pasan por la calle.
Cuando lo vamos a buscar para salir, si no tiene ganas se hace el dormido y no hay manera de que abra los ojos ( es muy gracioso ver la fuerza que hace para cerrarlos). Es un gran actor el muy guacho.
En fin, estoy re contenta de compartir de nuevo mis días con todos mis animalitos; también están mi perra Olivia, mi gato Dante y mis tortugos Roberto y Santiago. Todos ellos son mis animalitos amados y en mi casa tienen status de "más que personas".

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