Crónica del Carnaval de Montevideo (Fotopost)
Y si Srs... otra vez más, mal que les pese a los uruguayos, yo, la peor de todas... la Nanchu, me constituí en la cronista del desfile inaugural del carnaval de Montevideo, y porqué no en una documentalista de la cultura charrúa.
Antes que nada les advierto que este fotopost es largo, muy largo... como el desfile mismo, pero también les digo que vale la pena leerlo hasta el final y enterarse de como son los carnavales de la pequeña y vecina orilla.
Comenzamos con lo más light: las Reinas del Carnaval, que para mi gusto estaban muy opacas, demasiado sobrias y tapadas. También estuvieron las Reinas de Las LLamadas (que son las negras), y que al igual que a las otras les falto glamour. Además, estas reinas que eligen siempre me parecen feas, muy cualunques en el mejor de los casos (soy muy exigente y envidiosa jejeje).
Sacamos las entradas pensando en una buena ubicación, pero se nos fue la mano; tan buena era que estaban todas las cámaras de tv y gráfica, lo que implicó muchas cosas que ya van a ver.
Abrió la noche Yambo Kenia (agrupación lubola), con un portabanderas símil Milli Vanilli que la rompió y se llevó mis primeros y eufóricos aplausos.
Fue una constante de la noche mucha jovata enloquecida zambando al ritmo de los tambores, asi como también mucho trabuco en celo reboleando las plumas.
Bue, esta foto apareció entre las 300 que sacamos. Mi marido dice que no recuerda haberla sacado (hasta insinúa que la máquina se disparó sola), pero yo creo que es más que evidente que el orto come trapo de la fulana esta lo dejó en transe. Así son los hombres chicas, ven una calza blanca y pierden el conocimiento!!!
Las revistas (grupos más bien de música, humoristas y bailarines) desarrollaron sus clásicas coreografías (muy pop latino uruguayo) y lucieron trajes espectaculares. Los Zíngaros , Los Carlitos y otros tantos se bailaron todo y nos enseguecirieron con sus lentejuelas. Si bien este género del carnaval no es lo que más me gusta a mí, ni lo que más se luce a la hora de desfilar por la calle (ya que más bien están pensados para los tablados (especie de teatros) estuvieron bárbaros.
Estabamos a escasos metros de la transmisión oficial, lo cual nos favorecía porque todos se detenían a hacer alguna monería extra ante las cámaras, pero la contra era que siempre nos daban la espalda porque nosotros estabamos en la vereda opuesta.
Las vedettes y los vedettos (?) estaban emplumados hasta las uñas y derrochaban brillo y color.
Otra de las cosas que nos mató fueron los vendedores que se cruzaban a cada rato: helados, máscaras, collares, comida., etc, etc. Los puteamos toda la noche.
Lo de Bafo Da Onça y sus Mulatas hizo furor entre los señores, y porqué no señoras, ya que también venían en el camión varios morochos apetecibles meneando sus cuerpos, aunque el gaterío se llevó todos los comentarios.
También nos mojaron un poco, y el camioncito de Pilsen recibió alguna que otra puteadita de los amargos del canarval que no tienen onda para que los mojen (entre los que me cuento).
La noche transcurría y seguían las agrupaciones de negros y lubolos (blancos pintados de negro) y el calor crecía. Más negras rumbando y gente delirando, como este morocho comilón que estaba como poseído.
Este año, las agrupaciones tuvieron muchos sponsors, lo que estuvo bueno en lo referente a la guita que manejaron y que se tradujo en trajes espectaculares, pero también fue medio plomo bancarse tanta publicidad. Acá vemos el casamiento de Losano y Rico de Parmalat, al que yo califico como una estupidez publicitaria. Pero atención, vean bien a la rubia de pantalones rosa y a la morocha de remera amarilla. Si les digo que de las 300 fotos que sacamos aparecieron en 295 no me lo van a creer... Como estaban todas las cámaras de tv, no faltaron los figuretti, y estas dos minas fueron de la partida. Se engancharon a bailar con cuanta agrupación pasaba y la verdad yo pague para ver bailar a los artistas y no a estas dos taradas con ganas de figurar.
El vestuario asi como el maquillaje, realmente fueron hermosos (noten a la rubia figuretti a la derecha).
También pudimos captar con nuestra cámara que Tin Tin (El yorón ) estuvo de incógnito por las calles de Montevideo y danzó hasta el amanecer al ritmo de los tambores, cuando se perdió envuelto en una boa de plumas por las calles del Barrio Sur acompañado de un grupo de fornidos mulatos tamborilleros con destino incierto.
Y las horas pasaban y seguían las coreografías y los cantitos de las murgas, que dicho sea de paso , no me gustan demasiado porque generalmente no entiendo lo que cantan (hablan cosas de acá... crítica social, etc). Esteticamente me alusinan, pero cuando se ponen a cantar (que es justamente la gracia de la murgas) ya mucho no me van.
Miren que contradicción: el angelito y la morocha endemoniada. Asi es el carnaval, lleno de contrastes.
Este Chicken Little charrúa me pareció patético, sobre todo me impresionaron los huevos que llevaba en la cintura.
La noche avanzaba... las horas pasaban... mi culo se endurecía y las mulatonas seguían danzando y moviendo sus pechugas carnavalezcas al tronar de los tambores.
A mi el plumerío me re va... no tener 10 kilos menos... no tener 10 años menos... Y los vendedores seguían... que el anillo mágico... que el colgante luminoso...
Insisto: preciosos los trajes de las murgas... bellísimos.
El desfile de los colectivos viejos estuvo demás, y no lo digo en el sentido que usan los adolescentes uruguayos para el término "demás", o sea sinónimo de "impresionante", "buenísimo", sino que lo digo porque son iguales a los actuales: antiguos, feos y lentos. Insisto: Montevideo está detenida en el tiempo hace rato.
La cosa había decaído un poco hasta que Oh!! Oh!! Danger!!!, apareció esta perra rubia por la que la platea masculina y alguna que otra torta chorrearon baba (incluyo a mi marido que le sacó fotos desde todos los perfiles). Yo sin embargo reivindico a las morenas.
La nena angelito fue otra de las figuras de la tribuna que se mezclaba con lo profano.
Los tamborilleros son un capítulo aparte, y son una de las razones fundamentales por las cuales voy al carnaval en Uruguay. Las agrupaciones lubolas son mi perdición.
Este jeque árabe y su harem en decadencia acepto que me sacó una sonrisa.
Más parodistas, más murgas... y que llegue el final porque son la una de la matina ,ya se me durmieron las piernas y la nenita que tengo atrás (la misma que habían sentado en la silla que yo pagué hasta que la reclamé) me cagó a patadas todo el desfile y ya no puedo más. Encima este este camión con la gorda arriba de la lancha (?) no ayudó a levantar el espíritu carnavalero a esa altura.
Suerte que apareció Senegal, una de mis agrupaciones favoritas y me puse semi up de nuevo.
Tipo 2 am volví renga y destruída pero feliz, porque el carnaval siempre me saca una sonrisa y porqué no, algún suspiro (los negros musculosos me pueden, pero obviamente no le llegan ni a los talones a mi marido (que obviamente lee este blog)).
Espero que les haya gustado y hayan disfrutado de las fotos. Le cuento que una semana despúes de este desfile inaugural se realizaron "Las Llamadas" que son en el Barrio Sur y Palermo y que contó con el desfile de 37 de las mejores agrupaciones de negros y lubolos, que como ya conté son lo que más me gusta a mí del carnaval. No tengo fotos porque no nos animamos a llevar la cámara por esos barrios, pero fue lejos impresionante. Si alguna vez pueden, véngase a disfrutar del carnaval uruguayo. Yo, la Nanchu (palabra más que autorizada) lo recomiendo.
Antes que nada les advierto que este fotopost es largo, muy largo... como el desfile mismo, pero también les digo que vale la pena leerlo hasta el final y enterarse de como son los carnavales de la pequeña y vecina orilla.
Comenzamos con lo más light: las Reinas del Carnaval, que para mi gusto estaban muy opacas, demasiado sobrias y tapadas. También estuvieron las Reinas de Las LLamadas (que son las negras), y que al igual que a las otras les falto glamour. Además, estas reinas que eligen siempre me parecen feas, muy cualunques en el mejor de los casos (soy muy exigente y envidiosa jejeje).
Sacamos las entradas pensando en una buena ubicación, pero se nos fue la mano; tan buena era que estaban todas las cámaras de tv y gráfica, lo que implicó muchas cosas que ya van a ver.
Abrió la noche Yambo Kenia (agrupación lubola), con un portabanderas símil Milli Vanilli que la rompió y se llevó mis primeros y eufóricos aplausos.
Fue una constante de la noche mucha jovata enloquecida zambando al ritmo de los tambores, asi como también mucho trabuco en celo reboleando las plumas.
Bue, esta foto apareció entre las 300 que sacamos. Mi marido dice que no recuerda haberla sacado (hasta insinúa que la máquina se disparó sola), pero yo creo que es más que evidente que el orto come trapo de la fulana esta lo dejó en transe. Así son los hombres chicas, ven una calza blanca y pierden el conocimiento!!!
Las revistas (grupos más bien de música, humoristas y bailarines) desarrollaron sus clásicas coreografías (muy pop latino uruguayo) y lucieron trajes espectaculares. Los Zíngaros , Los Carlitos y otros tantos se bailaron todo y nos enseguecirieron con sus lentejuelas. Si bien este género del carnaval no es lo que más me gusta a mí, ni lo que más se luce a la hora de desfilar por la calle (ya que más bien están pensados para los tablados (especie de teatros) estuvieron bárbaros.
Estabamos a escasos metros de la transmisión oficial, lo cual nos favorecía porque todos se detenían a hacer alguna monería extra ante las cámaras, pero la contra era que siempre nos daban la espalda porque nosotros estabamos en la vereda opuesta.
Las vedettes y los vedettos (?) estaban emplumados hasta las uñas y derrochaban brillo y color.
Otra de las cosas que nos mató fueron los vendedores que se cruzaban a cada rato: helados, máscaras, collares, comida., etc, etc. Los puteamos toda la noche.
Lo de Bafo Da Onça y sus Mulatas hizo furor entre los señores, y porqué no señoras, ya que también venían en el camión varios morochos apetecibles meneando sus cuerpos, aunque el gaterío se llevó todos los comentarios.
También nos mojaron un poco, y el camioncito de Pilsen recibió alguna que otra puteadita de los amargos del canarval que no tienen onda para que los mojen (entre los que me cuento).
La noche transcurría y seguían las agrupaciones de negros y lubolos (blancos pintados de negro) y el calor crecía. Más negras rumbando y gente delirando, como este morocho comilón que estaba como poseído.
Este año, las agrupaciones tuvieron muchos sponsors, lo que estuvo bueno en lo referente a la guita que manejaron y que se tradujo en trajes espectaculares, pero también fue medio plomo bancarse tanta publicidad. Acá vemos el casamiento de Losano y Rico de Parmalat, al que yo califico como una estupidez publicitaria. Pero atención, vean bien a la rubia de pantalones rosa y a la morocha de remera amarilla. Si les digo que de las 300 fotos que sacamos aparecieron en 295 no me lo van a creer... Como estaban todas las cámaras de tv, no faltaron los figuretti, y estas dos minas fueron de la partida. Se engancharon a bailar con cuanta agrupación pasaba y la verdad yo pague para ver bailar a los artistas y no a estas dos taradas con ganas de figurar.
El vestuario asi como el maquillaje, realmente fueron hermosos (noten a la rubia figuretti a la derecha).
También pudimos captar con nuestra cámara que Tin Tin (El yorón ) estuvo de incógnito por las calles de Montevideo y danzó hasta el amanecer al ritmo de los tambores, cuando se perdió envuelto en una boa de plumas por las calles del Barrio Sur acompañado de un grupo de fornidos mulatos tamborilleros con destino incierto.
Y las horas pasaban y seguían las coreografías y los cantitos de las murgas, que dicho sea de paso , no me gustan demasiado porque generalmente no entiendo lo que cantan (hablan cosas de acá... crítica social, etc). Esteticamente me alusinan, pero cuando se ponen a cantar (que es justamente la gracia de la murgas) ya mucho no me van.
Miren que contradicción: el angelito y la morocha endemoniada. Asi es el carnaval, lleno de contrastes.
Este Chicken Little charrúa me pareció patético, sobre todo me impresionaron los huevos que llevaba en la cintura.
La noche avanzaba... las horas pasaban... mi culo se endurecía y las mulatonas seguían danzando y moviendo sus pechugas carnavalezcas al tronar de los tambores.
A mi el plumerío me re va... no tener 10 kilos menos... no tener 10 años menos... Y los vendedores seguían... que el anillo mágico... que el colgante luminoso...
Insisto: preciosos los trajes de las murgas... bellísimos.
El desfile de los colectivos viejos estuvo demás, y no lo digo en el sentido que usan los adolescentes uruguayos para el término "demás", o sea sinónimo de "impresionante", "buenísimo", sino que lo digo porque son iguales a los actuales: antiguos, feos y lentos. Insisto: Montevideo está detenida en el tiempo hace rato.
La cosa había decaído un poco hasta que Oh!! Oh!! Danger!!!, apareció esta perra rubia por la que la platea masculina y alguna que otra torta chorrearon baba (incluyo a mi marido que le sacó fotos desde todos los perfiles). Yo sin embargo reivindico a las morenas.
La nena angelito fue otra de las figuras de la tribuna que se mezclaba con lo profano.
Los tamborilleros son un capítulo aparte, y son una de las razones fundamentales por las cuales voy al carnaval en Uruguay. Las agrupaciones lubolas son mi perdición.
Este jeque árabe y su harem en decadencia acepto que me sacó una sonrisa.
Más parodistas, más murgas... y que llegue el final porque son la una de la matina ,ya se me durmieron las piernas y la nenita que tengo atrás (la misma que habían sentado en la silla que yo pagué hasta que la reclamé) me cagó a patadas todo el desfile y ya no puedo más. Encima este este camión con la gorda arriba de la lancha (?) no ayudó a levantar el espíritu carnavalero a esa altura.
Suerte que apareció Senegal, una de mis agrupaciones favoritas y me puse semi up de nuevo.
Tipo 2 am volví renga y destruída pero feliz, porque el carnaval siempre me saca una sonrisa y porqué no, algún suspiro (los negros musculosos me pueden, pero obviamente no le llegan ni a los talones a mi marido (que obviamente lee este blog)).
Espero que les haya gustado y hayan disfrutado de las fotos. Le cuento que una semana despúes de este desfile inaugural se realizaron "Las Llamadas" que son en el Barrio Sur y Palermo y que contó con el desfile de 37 de las mejores agrupaciones de negros y lubolos, que como ya conté son lo que más me gusta a mí del carnaval. No tengo fotos porque no nos animamos a llevar la cámara por esos barrios, pero fue lejos impresionante. Si alguna vez pueden, véngase a disfrutar del carnaval uruguayo. Yo, la Nanchu (palabra más que autorizada) lo recomiendo.
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