Remo adelante... remo atrás!!!
Hace poquito Naty posteó sobre uno de sus lugares favoritos en el mundo; una playa en Ecuador. Yo le conté en un comentario que mi lugar favorito es Valle Grande, en el Cañón del Atuel , Mendoza, y que si viviera allí me dedicaría a hacer dulces artesanales y rafting. Luego ella contó su experiencia con este deporte pero en el río Mendoza.
Lo mío fue muy loco porque yo le tengo terror al agua y por ende ni siquiera sé nadar. Me da terror un lago calmo así que mucho menos me metería a un río con rápidos... bueno eso creía. No fui a Mendoza con la espectativa de hacer rafing , más que nada fui porque me gusta la montaña.
Yo me quedé en un hotel en el centro de San Rafael y desde ahí hice distintas excursiones, pero al Valle iba casi todos los días. Pero en la primer excursión, que era por todo el Cañón del Atuel, sucedió lo inesperado.
Un grupo de gente que hacía el tour conmigo hablaba de hacer rafting, mientras ibamos bordeando el río camino al Valle, y yo pensaba, están locos... como se van a meter a este río tan tormentoso..... yo ni loca!!! ni loca!!! Pero así es la vida y media hora después me tragué mis propias palabras.
Parte de mi grupo se acercó a la empresa que se dedicaba al tema del rafting... yo también me acerqué, desconfiando... hasta que el instructor dijo las palabras mágicas:
Señora NN: para hacer rafting... hay que saber nadar?
Instructor: no... nadie se muere ahogado acá... si te caes y no te podemós rescatar a lo sumo te das la cabeza contra un piedra por la fuerza con la que te lleva el agua y te morís del golpe...! pero ahogada no...no!!
Nancy: (con cara de haber descubierto en fuego y hablando para sus adentros) joyaaaaaaaaaaaaaaaa!!! me subo entonces!!!
Y bue... 10 minutos después tenía puesto un casco, un salvavidas y un remo en la mano con el que ensayaba las ordenes del instructor: remo adelante... remo atrás... !!!
Por nada del mundo había que perder el remo porque con el te podían agarrar si te caías al agua. También nos indicaron que si nos caíamos debíamos ponernos boca arriba, como haciendo la plancha y dejar que la corriente nos llevara... por el tema de las rocas y la fuerza del agua.
El bote salió manso... por el paradisíaco Cañón. El río Atuel tiene un grado de dificultad relativamente bajo y está indicado para principiantes. El río Mendoza, donde hizo rafting Naty, tiene un grado de dificultad mucho mayor. Me contaron que cuanto mayor es la dificultad, más se requiere del practicante, sobre todo en el sentido de que se sepa subir sólo nuevamente al bote. Cosa que comprobé es bastante difícil, porque en una parte del río, el instructor nos invito a tirarnos de los botes... y yo lo hice... lo hice!!! Y luego nos tuvo que subir él agarrándanos de los chalecos. Bueno... así afronté los primeros rápidos... Mi adrenalina iba en aumento... El río sería para principiantes pero para alguien como yo era todo un desafio.
Cuando me bajé dije QUIERO MAS!!! Al otro día volví al Valle y me animé a un trayecto más largo y con más dificultad... y programé para un próximo viaje animarme al río Mendoza. Como bien dijo Naty, el rafting es adictivo. A todos los que lean este post le recomiendo ir al Valle Grande en Mendoza, hay unos campings bueinísimos, el paisaje es paradisíaco y por favor no se pierdan de hacer rafting!!! Ahhhh y los mendocinos son gente espectacular!!! No se van a arrepentir.
Acá van las fotos que grafican los hechos... en la primera foto, que es donde mejor nos vemos, soy la que está delante de la chica que estira el brazo hacía afuera del bote.
Lo mío fue muy loco porque yo le tengo terror al agua y por ende ni siquiera sé nadar. Me da terror un lago calmo así que mucho menos me metería a un río con rápidos... bueno eso creía. No fui a Mendoza con la espectativa de hacer rafing , más que nada fui porque me gusta la montaña.
Yo me quedé en un hotel en el centro de San Rafael y desde ahí hice distintas excursiones, pero al Valle iba casi todos los días. Pero en la primer excursión, que era por todo el Cañón del Atuel, sucedió lo inesperado.
Un grupo de gente que hacía el tour conmigo hablaba de hacer rafting, mientras ibamos bordeando el río camino al Valle, y yo pensaba, están locos... como se van a meter a este río tan tormentoso..... yo ni loca!!! ni loca!!! Pero así es la vida y media hora después me tragué mis propias palabras.
Parte de mi grupo se acercó a la empresa que se dedicaba al tema del rafting... yo también me acerqué, desconfiando... hasta que el instructor dijo las palabras mágicas:
Señora NN: para hacer rafting... hay que saber nadar?
Instructor: no... nadie se muere ahogado acá... si te caes y no te podemós rescatar a lo sumo te das la cabeza contra un piedra por la fuerza con la que te lleva el agua y te morís del golpe...! pero ahogada no...no!!
Nancy: (con cara de haber descubierto en fuego y hablando para sus adentros) joyaaaaaaaaaaaaaaaa!!! me subo entonces!!!
Y bue... 10 minutos después tenía puesto un casco, un salvavidas y un remo en la mano con el que ensayaba las ordenes del instructor: remo adelante... remo atrás... !!!
Por nada del mundo había que perder el remo porque con el te podían agarrar si te caías al agua. También nos indicaron que si nos caíamos debíamos ponernos boca arriba, como haciendo la plancha y dejar que la corriente nos llevara... por el tema de las rocas y la fuerza del agua.
El bote salió manso... por el paradisíaco Cañón. El río Atuel tiene un grado de dificultad relativamente bajo y está indicado para principiantes. El río Mendoza, donde hizo rafting Naty, tiene un grado de dificultad mucho mayor. Me contaron que cuanto mayor es la dificultad, más se requiere del practicante, sobre todo en el sentido de que se sepa subir sólo nuevamente al bote. Cosa que comprobé es bastante difícil, porque en una parte del río, el instructor nos invito a tirarnos de los botes... y yo lo hice... lo hice!!! Y luego nos tuvo que subir él agarrándanos de los chalecos. Bueno... así afronté los primeros rápidos... Mi adrenalina iba en aumento... El río sería para principiantes pero para alguien como yo era todo un desafio.
Cuando me bajé dije QUIERO MAS!!! Al otro día volví al Valle y me animé a un trayecto más largo y con más dificultad... y programé para un próximo viaje animarme al río Mendoza. Como bien dijo Naty, el rafting es adictivo. A todos los que lean este post le recomiendo ir al Valle Grande en Mendoza, hay unos campings bueinísimos, el paisaje es paradisíaco y por favor no se pierdan de hacer rafting!!! Ahhhh y los mendocinos son gente espectacular!!! No se van a arrepentir.
Acá van las fotos que grafican los hechos... en la primera foto, que es donde mejor nos vemos, soy la que está delante de la chica que estira el brazo hacía afuera del bote.
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