yo... la peor de todas

sábado, agosto 09, 2008

Que forro!

Creo que una de las cosas que más me gustá de mi actividad bibliotecaria es chusmear las cosas que la gente deja dentro de los libros. La cosa puede ir de simples boletos de colectivo o tren a cartas privadas o a guita incluso (hace poco mi amiga Andrea encontró 100 dólares en un libro que habían donado, aunque por lo general la guita que se encuentra es vieja).
Lo de las cartas es lo mejor porque hay historias terribles. Me tocó leer una donde un tipo dejaba a una mina, también la de una mina despechada que re psicopateaba a su ex, la de un padre que le escribía a una hija a la que aparentemente no podía ver asiduamente por temas con la madre, y varias de amor por supuesto. También son interesantes las dedicatorias, las florres secas, las entradas de cine o teatro, objetos que la gente usa generalmente para señalar las páginas. De hecho tengo pensado escribir en unos años un libro publicando todo esto, reservando la identidad de las personas, obvio, porque en algunas hay nombres y apellidos, aunque creo que mucha de esa gente debe estar muerta, como por ejemplo todas las cosas lindas que encontré en un libro de escuela de 1897, pero bueno esa es otra historia...
En fin... he encontrado de todo, pero esto nunca:

"1857. Un estudiante de Medicina de la prestigiosa Universidad de Salamanca consigue hacerse con dos preservativos de tripa de cerdo. En la biblioteca, se le ocurre que un manual antiguo es un buen lugar para esconderlos. Desafortunado, o simplemente olvidadizo, nunca los recupera.

2008. Un bibliotecario participa en el proceso de revisión y recatalogación de los fondos históricos de la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca. Al coger un manual de Medicina del siglo XVI, descubre entre dos páginas una hoja de periódico doblada en varios pliegues. Al desplegarla, aparecen dos preservativos que algún alumno debió dejar olvidados hace 150 años.

Este es el relato que, a grandes rasgos, puede explicar un curioso hallazgo en la Universidad de Salamanca. Dos condones del siglo XIX "perfectamente envueltos", según la directora de la Biblioteca, Margarita Becedas, en una hoja de un periódico de 1857 y escondidos entre las páginas de un Manual de Medicina del siglo XVI.

Uno de los dos preservativos encontrados puede verse en las vitrinas de la Biblioteca Histórica, junto con otros objetos curiosos aparecidos entre legajos. El preservativo está hecho con tripa de cerdo y tiene una cinta azul en uno de los extremos que servía para ajustarlo al pene.

Tras servirse de un artículo en una revista científica, los investigadores identificaron el preservativo y llegaron a la conclusión de que es, como indicaba su envoltorio, del siglo XIX. El tiempo dirá si, dos siglos después, la última contribución al conocimiento de la Universidad más antigua de España consigue rivalizar en popularidad con la rana que decora su fachada." (El País.com 12/07/08)

Ahora que recuerdo.... hace años, cuando trabajaba en la biblioteca Alberdi, TIN (aprovecho y los invito a pasar por su blog ya que está de regreso) me devolvió un libro de Hitler (Mi lucha) con un preservativo usado adentro. Parece que había perdido el libro en la facultad y me contó una historia medio extraña donde aparentemente lo encontró el pibe del estacionamiento en un árbol y le dijo algo asi como "si lo querés date vuelta" ... en fin... lo que hace un buen usuario para cumplir con su biblioteca! (Tin te amo!!!)